En Clínica Clemente nuestros dermatólogos son expertos en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de alopecias. Para ello es primordial realizar una exploración completa del paciente que nos ayude a diagnosticar el tipo de alopecia que presenta y sus causas, ya que de eso dependerá el éxito del tratamiento.

Además, en nuestra clínica ofrecemos un abordaje científico de cualquier tipo de alopecia, rechazando de plano cualquier tratamiento que no tenga evidencia científica y que por desgracia se ofrecen con tanta frecuencia en las mal llamadas clínicas del cabello, y que la mayoría de veces no cuentan con dermatólogos especialistas en su plantilla. Sólo ofreciendo lo tratamientos científicos más eficaces conseguimos los mejores resultados y a un coste muy asequible para el paciente, ya que por desgracia los tratamientos más caros y con mayor número de sesiones suelen ser los que menos evidencia científica tienen.

¿Quieres saber más sobre los distintos tipos de alopecia?

Alopecia androgénica

La alopecia androgénica es un tipo de calvicie en el que se produce una disminución progresiva en la cantidad y el grosor del cabello hasta llegar al punto en que desaparece de manera definitiva. Es la causa más frecuente de alopecia en hombres y una causa también importante de pérdida de cabello en la mujer.

 

¿Por qué se produce?

Se produce por la confluencia de tres factores principales: la acción de las hormonas masculinas sobre los folículos pilosos, la herencia o predisposición genética, y la edad.

  • Las hormonas masculinas, también llamadas andrógenos, actúan sobre el folículo pilosos produciendo una miniaturización progresiva del mismo (y por tanto haciendo que el pelo sea más débil y más fino) hasta que desaparece definitivamente. La mayoría de pacientes no presentan niveles más elevados de andrógenos en la analítica, sino que sus folículos son más sensibles a estas hormonas.
  • Herencia: existe una clara predisposición genética a padecer alopecia androgénica, sobre todo en los hombres. Además, la herencia también puede condicionar la edad de comienzo, el patrón de alopecia, y su intensidad. Además, esta intensidad puede ser distinta incluso entre miembros de una misma familia.
  • Edad: aunque la alopecia androgénica suele comenzar en torno a los 18-30 años, se va acentuando con la edad. Así, es un proceso que afecta al 40% de los hombres de 18-40 años, y a más de un 90% de los mayores de 75 años, en mayor o menor medida.

Otros factores capaces de influir o agravar una alopecia androgénica son el estrés, la mala alimentación, o los déficits de algunas sustancias como el hierro.

 

 

¿Quiénes puecen padecerla?

La alopecia androgénica afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque el patrón de pérdida de cabello es distinto en cada uno de ellos. Además, ya hemos comentado que no tiene por qué afectar a todos los miembros de una misma familia, ni tener la misma intensidad.

 

 

¿Cómo puede presentarse la alopecia androgénica?

La AGA puede clasificarse en varios tipos o patrones, según la forma en que se produce la pérdida de cabello. Hay que aclarar que cada patrón es característico pero no exclusivo del sexo que le da nombre; así, existen hombres con AGA de patrón femenino y mujeres con AGA de patrón masculino:

  • AGA de patrón masculino: La pérdida del pelo suele comenzar con un retraso en la línea de implantación del cabello, dando lugar a las típicas “entradas”, y posteriormente puede afectar a la coronilla y a los lados de la cabeza. Existen formas localizadas caracterizadas por un retraso en la línea de implantación más o menos marcado y en los casos severos se puede producir una pérdida total del cabello.
  • AGA de patrón femenino: Si bien es menos común que la calvicie de patrón masculino, este tipo de calvicie suele provocar la pérdida de cabello en la frente, en los laterales y, o la coronilla. El resultado es una disminución en la densidad capilar en esas áreas sin que haya retraso en la línea de implantación del cabello, y rara vez provoca la pérdida total del cabello.

 

 

¿Qué opciones de tratamiento tengo?

En la Clínica Clemente determinaremos cuál es el tratamiento más adecuado para su alopecia basándonos en un estudio minucioso que incluirá un análisis del cabello, su patrón de calvicie y grado de afectación, su edad, estado general de salud, su historia médica, y teniendo en cuenta sus preferencias.

Aunque no existen tratamientos “milagro”, hoy día existen distintas opciones terapéuticas científicamente comprobadas que permiten en la mayoría de casos detener la pérdida de cabello e incluso recuperar densidad capilar. En función de cada caso, el tratamiento constará de fármacos administrados de forma tópica, suplementos nutricionales, y/o fármacos administrados por vía oral.

Hay que aclarar que, dado que en la alopecia androgénica se produce una miniaturización progresiva del folículo (y por tanto del pelo) hasta su desaparición definitiva, el momento de instauración del tratamiento es clave. Así, los tratamientos son efectivos mientras existan folículos, y el resultado será mejor cuanto más precozmente actuemos, ya que una vez estos han desaparecido la única opción terapéutica sería la cirugía capilar.

Alopecia areata

La alopecia areata es un enfermedad que afecta a un 1% de la población, y que se manifiesta por la pérdida normalmente brusca del pelo de la cabeza y de otras áreas del cuerpo. Generalmente se empieza en forma de pequeñas placas redondas que pueden ser solitarias o múltiples afectando al cuero cabelludo, aunque a veces también puede afectar a la barba, las pestañas o las cejas.

 

¿Cómo se presenta la alopecia areata?

La alopecia areata puede clasificarse de diferentes formas:

Según la cantidad de la caída del cabello.

  • Alopecia areata en placas: pérdida de pelo en cantidad variable en una zona normalmente redondeada, del tamaño de una moneda y a veces mayor, que generalmente tiene lugar en el cuero cabelludo, pero puede afectarse cualquier zona pilosa.
  • Alopecia areata total: se pierde todo el pelo de la cabeza y la superficie del cuero cabelludo queda totalmente lisa.
  • Alopecia areata universal: afecta a todo el pelo de la cabeza y cuerpo, incluyendo las pestañas, cejas, vello axilar o púbico.

 

Según la forma de la caída de cabello.

  • Forma circunscrita o localizada.
  • Forma reticulada en la que se esparcen áreas irregulares sin pelo con áreas de pelo en el cuero cabelludo.
  • Forma ofiásica. Es un forma de pérdida del pelo que cubre la zona de la nuca y de los lados de la cabeza. Este tipo de pérdida de pelo es más resistente al tratamiento.
  • Forma difusa: forma de pérdida de pelo incompleta que afecta al cuero cabelludo entero sin las placas típicas. Este tipo puede ser difícil de diagnosticar y puede requerir la realización de una biopsia.

 

¿Por qué se produce la alopecia areata?

No se sabe con seguridad cuál es la causa exacta de la enfermedad. Los estudios actuales sugieren que la alopecia areata es una enfermedad autoinmune, en la cual el mismo organismo fabrica anticuerpos contra una parte del folículo del pelo en una forma de auto-alergia. Por tanto son las propias defensas del organismo las que, de manera inadecuada, atacan los folículos, provocando la caída del cabello. Sin embargo, no se produce la destrucción definitiva de dichos folículos, por lo que el recrecimiento del cabello es posible. No es cierto que se deba a procesos o focos infecciosos dentales, sinusitis, etc.

 

Además, en los pacientes con alopecia areata es frecuente demostrar anticuerpos contra otras partes del organismo incluso sin existir enfermedad en ellas, y en un porcentaje pequeño de pacientes se puede asociar a otras alteraciones autoinmunes como el vitíligo, alteraciones tiroideas, etc.

 

 

¿Es la alopecia areata hereditaria?

Habitualmente no. Sin embargo, como en muchas otras enfermedades, sí se puede heredar la predisposición genética a padecer alopecia areata, lo cual no significa necesariamente que vayamos a desarrollar la enfermedad. En uno de cada 5 pacientes con alopecia areata (20%) existe alguien más en la familia con la misma enfermedad. Además, la alopecia areata es más frecuente en las familias en que hay algún miembro con asma, rinitis alérgica, dermatitis o eczema atópico u otras enfermedades autoinmunes tales como enfermedades tiroideas, vitíligo, diabetes juvenil, artritis reumatoide, lupus eritematoso, anemia perniciosa o la enfermedad de Addison.

 

 

¿Es la alopecia areata debida a los nervios?

No, la alopecia areata no está debida a ninguna enfermedad de los nervios. Sin embargo, sí es cierto que son muchos los pacientes que relacionan el comienzo de la enfermedad con una situación estresante o conflictiva laboral, familiar, etc. Estas situaciones de estrés NO son la causa de la alopecia areata, sino que actuarían como desencadenantes o agravantes de la enfermedad.

 

 

¿Cómo evoluciona la alopecia areata?

La evolución de la alopecia areata es impredecible y muy variable según el paciente. Algunas personas desarrollan únicamente escasas placas de alopecia y les vuelve a crecer el cabello en un período de pocos meses, incluso sin tratamiento. Sin embargo, otros pacientes pueden tardar incluso muchos años en conseguir de nuevo el crecimiento del cabello. Actualmente se considera que un 50% de los pacientes conseguirán repoblar dentro del primer año de presentación. Otro porcentaje de pacientes tendrá un curso más crónico, con mejorías y exacerbaciones de la enfermedad, y un 7-10% tendrán una enfermedad muy severa y con poca respuesta a los tratamientos. Los pacientes con atopia o patrón ofiásico normalmente responden también peor al tratamiento, y los casos de alopecia areata total o universal tienen un pronóstico muy reservado.

 

 

¿Puede el cabello crecer otra vez?

Sí, el cabello puede volver a crecer ya que los folículos están presentes debajo de la piel. Sin embargo, ya hemos comentado que el pronóstico y la evolución varían enormemente según el paciente.

 

 

¿De qué tratamientos se disponen?

Existen varios tratamientos disponibles para la alopecia areata. Normalmente la elección de uno u otro depende de varios factores, especialmente la edad y la extensión de la pérdida del cabello. Así, los tratamientos serán diferentes en aquellos pacientes con una pérdida de menos del 50% del cabello que en aquellos que presenten una pérdida mayor. Los análisis del pelo para ver su contenido en aminoácidos no son en absoluto útiles en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.

 

En Clínica Clemente haremos un diagnóstico correcto de su enfermedad, diferenciándose de otras formas de alopecia que pueden tener una forma de presentación similar, y le informaremos sobre cuáles son las opciones de tratamiento más adecuadas en su caso.

Efluvio telogénico

El efluvio telogénico es una pérdida de pelo benigna pero que habitualmente causa mucha preocupación a los pacientes. Consiste en una pérdida de cabello acelerada debido a un recambio aumentado del número de folículos pilosos. En condiciones normales, cualquier persona tiene un 85-90% de cabellos en fase de crecimiento (anagen) y un 10-15% en fase de recambio (telogen), por lo que se deben perder unos 50-100 cabellos diarios, sin que ello suponga padecer alopecia. Por ello es normal ver pelo en la almohada, en la ducha, en cantidades moderadas, sin que sea patológico.

 

Sin embargo, en determinadas circunstancias, como el estrés, la anemia ferropénica, las alteraciones del tiroides, carencias vitamínicas, etc.. puede aumentar la tasa de recambio del pelo y que el 10-15% de cabellos que se caen de forma normal pase a un 25-30%, lo cual se manifiesta con un aumento de la cantidad de cabello que perdemos a diario. Aunque es un tipo de alopecia que alarma mucho al paciente, la raíz del pelo o folículo sigue viva, al contrario de lo que pasa en la alopecia androgénica, por lo que es un tipo de alopecia completamente recuperable.

 

La mayoría de efluvios son agudos y se recuperan espontáneamente en pocos meses. Sin embargo, cuando se prolongan en el tiempo pueden convertirse en crónicos y requerir tratamiento.

 

Nuestros dermatólogos estudiarán su tipo de alopecia y le propondrán el tratamiento más adecuado para frenar el recambio de pelo y conseguir que nazca nuevo cabello más sano y vigoroso de los folículos. Además, es fundamental realizar un estudio de las posibles causas que hayan causado el efluvio para poder corregirlas.