A partir de los 40 años empiezan a acentuarse poco a poco los signos de la edad, con aparición de manchas, arrugas, flacidez, pequeñas verrugas, etc. Es ahora cuando hay que actuar de forma activa si queremos envejecer con discreción, reivindicando el paso de los años con elegancia y de la forma más natural posible.
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¿Cuáles son los tratamientos más adecuados a esta edad?
A esta edad los tratamientos van encaminados a atenuar de forma natural y elegante los signos del envejecimiento, actuando sobre problemas específicos, y sobre todo si no hemos actuado precozmente para prevenirlos. El envejecimiento cutáneo se produce habitualmente a dos niveles:
– Un plano superficial, con aparición de manchas, arrugas finas, vasos rotos… que se trata con tratamientos que mejoran la textura y la apariencia de la piel, como la luz pulsada, la mesoterapia, o los peelings.
– Un plano profundo, con aparición de flacidez, arrugas de expresión, pérdida de volumen… que se tratan habitualmente con inyectables: toxina botulínica para arrugas de expresión, ácido hialurónico para arrugas por pérdida de volumen, y rellenos para combatir la flacidez y conseguir un efecto lifting sin cirugía.
A esta edad y sobre todo tras la menopausia en las mujeres, es habitual que la piel comience a perder elasticidad e hidratación, lo cual acentúa la flacidez en determinadas áreas. Es por eso que, además del fotoprotector, obligatorio para atenuar el efecto del sol acumulado en la piel, es necesario contar con cremas nutritivas específicas para piel madura, que habitualmente tienen mayor poder de hidratación. Por la noches, lo ideal es utilizar fórmulas dermatológicas con ácido retinoico a concentraciones crecientes, ya que ha demostrado ser la molécula más activa contra el envejecimiento cutáneo.
A esta edad comienzan a hacerse permanentes las arrugas causadas por una musculatura excesivamente activa, en frente, entrecejo y patas de gallo. Mediante inyecciones de toxina botulínica podemos atenuarlas, consiguiendo una mirada más relajada y natural.
Se usa para mejorar de forma eficaz aquellas arrugas producidas por la flacidez y la pérdida de volumen, como los surcos nasogenianos o las arrugas de marioneta. En una sola sesión se consiguen resultados muy notables que se prolongan durante muchos meses.
Consiste en utilizar un material inyectable, la hidroxiapatita cálcica, para inducir la formación de colágeno por parte del paciente, consiguiéndose así un efecto lifting sin necesidad de pasar por el quirófano. Está indicado en flacidez de las mejillas, pómulos, linea mandibular, y ayuda a redefinir el óvalo facial.
La mesoterapia con vitaminas y ácido hialurónico es útil para combatir signos de flacidez en cara, cuello y escote. Con pocas sesiones conseguimos rehidratar la piel en profundidad, estimulando la producción de colágeno del paciente, para combatir la flacidez. Además, si lo combinamos con un peeling superficial (Mesopeel), actuamos simultáneamente sobre la superficie de la piel y desde el interior, consiguiendo un resultado más global en una única sesión.
Dependiendo del peeling usado, podemos actuar sobre la textura de la piel, eliminando pequeñas imperfecciones y arrugas finas, y consiguiendo una piel más suave y luminosa. Además, exfoliaciones superficiales repetidas han demostrado ser uno de los tratamientos más eficaces para prevenir el fotoenvejecimiento y la flacidez.
Es el tratamiento ideal para tratar el efecto acumulativo del exceso de sol sobre la piel, mejorando simultáneamente las manchas solares, la textura de la piel, y la aparición de venitas rotas, etc. La luz pulsada actúa sobre estos problemas dando a la piel una apariencia mucho más luminosa y joven.
Es un tratamiento médico sin cirugìa dirigido a reposicionar los paquetes grasos que se van descolgando con la edad mediante la inyección de pequeñas cantidades de ácido hialurónico. De esta forma conseguimos redefinir el contorno facial y recuperar un rostro más fresco y relajado.
Con la edad es normal que empiecen a aparecer sobre la piel queratosis seborreicas, verrugas, acrocordones, y todo tipo de lesiones que, aún siendo benignas, suelen ser bastante molestas y poco estéticas. Con el láser de CO2 podrás recuperar un cuello limpio de verrugas, o eliminar sin cicatriz aquellos lunares verrugosos tan frecuentes en cara y tronco, en una única sesión y en la propia consulta.
Se trata del tratamiento perfecto cuando empiezan a aparecer los primeros signos de flacidez cutánea y para mejorar la textura. El láser fraccional no ablativo actúa aumentando la producción del colágeno que vamos perdiendo con los años, mejorando la apariencia y consiguiendo una piel más tersa y bonita.
La piel del escote es una de las zonas que más acusa el paso de los años y del sol recibido, por lo que es importante realizar un tratamiento integral dirigido a eliminar manchas y arañas vasculares, y a mejorar la textura y eliminar las arrugas finas tan típicas de este área.
Mediante el láser vascular podemos actuar de forma selectiva sobre las pequeñas varículas tan inestéticas de las piernas o de rostro y escote. En pocas sesiones y sin necesidad de pinchazos, eliminamos puntos rojos, telangiectasias, varices, y todo tipo de lesiones vasculares.